La misión principal de un consultor en políticas públicas es brindar recomendaciones inteligentes para mejorar una situación problemática. Con base en lo que he experimentado, pocas cosas pueden enfurecer más a un funcionario que contrató a un consultor que recibir un reporte con un diagnóstico detallado, pero con recomendaciones irrelevantes y llenas de obviedades.
Deseo presentarte un marco de solución integral y que ataque no solo las causas técnicas o procedimentales en la generación de un elefante blanco, sino también las inherentes a la conducta de los servidores públicos en el momento de tomar decisiones de política pública.
La misión del abogado del Diablo es generar desacuerdo con las personas que participan en la gestación de un proyecto y encontrar las fallas de diseño y potenciales riesgos de implementación para, con ello, evitar una catástrofe. Su trabajo es promover la discusión con información para conocer la factibilidad real del proyecto y los riesgos.
Esta recomendación permite resolver dos factores que detonan elefantes blancos: falta de análisis de factibilidad y del problema público que se quería resolver.
La mejor forma de implementar esta idea es que titulares del ejecutivo o servidores públicos con altas responsabilidades designen a un abogado del Diablo cuando se está gestando la idea de un proyecto en específico, a través de una reunión con todos los involucrados en su diseño y ejecución.
En la presentación de esta figura, sugiero que se introduzca textualmente como la persona que se encargará de verificar la factibilidad y riesgos del proyecto y valorará si se debe llevar a cabo como se tiene ideado o a través de modalidades distintas, o, incluso, cancelar la idea. Esta persona puede ser un servidor público o un externo.
El simple hecho de anunciar a una persona que verificará la factibilidad, y generará discusión, cambiará los incentivos de los funcionarios que desean empujar un proyecto con “datos maquillados”, “demandas potenciales inventadas” o “historias imaginarias de éxitos similares”, como sucedió en muchos de los casos del libro El País de los Elefantes Blancos.
El primer factor que identifiqué en esta investigación como detonante de elefantes blancos fue la falta de análisis profesional de factibilidad de proyectos de inversión. Esta recomendación y la anterior están enfocadas en resolver este problema.
La práctica “contrata a un abogado del Diablo” permite tener un entorno de discusión de la viabilidad y pertinencia de proyectos, pero, para ser ejecutada de forma impecable, requiere esta segunda recomendación: los estudios técnicos.
¿A qué me refiero con un análisis de factibilidad “profesional”? A que el análisis sea realizado por un equipo especializado, con al menos diez años de experiencia en el tipo de estudio, que presente datos verídicos, coherentes y claros para poder ser verificados por un tercero.
En el libro Diseño de Políticas Públicas. Una Guía Práctica para Transformar Ideas en Proyectos Viables (2020, 4ª edición) propongo seis filtros de factibilidad: 1) financiera, 2) legal, 3) política, 4) operativa, 5) socioeconómica y 6) técnica, para lograr proyectos viables.
La idea de “filtros de factibilidad” que propuse en ese texto es que funcionen como un filtro de agua que impida que las impurezas salgan de este. Su objetivo es evitar que se implementen ideas que no tienen posibilidades de tener éxito. En el libro describo con mucho detalle cómo se puede llevar a cabo y cuándo se considera viable un proyecto en cada apartado.
El segundo factor que identifiqué como detonante de elefantes blancos en la investigación fue que proyectos de inversión fueron liderados por servidores públicos sin las competencias técnicas ni la experiencia para el reto que se les encargó.
He tenido la oportunidad de convivir con gobernadores, alcaldes y servidores públicos de primer nivel, en los tres órdenes de gobierno en América Latina, que desconocen las prácticas básicas para reclutar y entrevistar personas para cargos de alta responsabilidad, pero, aun así, siempre lo hacen porque consideran que “una entrevista la puede hacer cualquiera”.
Quienes me han confiado la selección de su equipo tienen una vida más cómoda: menos problemas porque sus equipos ejecutan y no simulan, los datos que les presentan sobre el monitoreo de avance en programas y proyectos son reales, dan opiniones profesionales y no las de Cantinflas en el Gobierno y, lo más importante, discuten con regularidad para tomar mejores decisiones. Ninguno de ellos tiene como característica la obediencia.
El método que aplico para hacer pruebas a servidores públicos de alto nivel es un proceso secuencial de seis etapas:
El cuarto factor detonante de elefantes blancos es la ilusión de un gran evento o celebración, pues alimenta al peor enemigo de los políticos: su ego. Esta recomendación tiene una estructura distinta a las otras recomendaciones, porque su naturaleza no está relacionada con políticas públicas, sino con las ciencias del comportamiento.
El libro que más me agradó del 2016 fue Ego is the Enemy, de Ryan Holiday (2016), ya que me permitió hacer un recorrido a través de los tropiezos y fracasos profesionales, que habían sido causados por el ego, y ¡sí que podían llenar una lista grande! No obstante, también me impactó mucho porque pude revivir las decenas de reuniones donde presencié la destrucción de valor público y dinero de todos los mexicanos, pues el ego estaba presente en las reuniones, dictando la agenda pública.
Deseo ofrecer una disculpa porque ninguna de las ideas que leerás es mía; las dos son de Ryan Holiday.
En la reseña El ego es el enemigo ¿Cómo combatirlo?, podrás conocer a detalle los tres escenarios en los que el ego puede apoderarse de ti y cómo vencerlo.
El quinto factor detonante de elefantes blancos que identifiqué en la investigación fue que los Gobiernos estatales y municipales tienen pocas capacidades institucionales para crear proyectos viables. La recomendación para dar solución a este factor detonante tiene cuatro aspectos.
Deseo que estas cinco recomendaciones no se queden en una simple lectura, sino que los funcionarios y servidores públicos las lleven a cabo.
Recuerda que estas recomendaciones previenen los factores detonantes, de un proyecto de infraestructura fallido, los cuales se analizan en la investigación del libro El País de los Elefantes Blancos. Si quieres conocer cuáles son dichos factores, te invito a leer el artículo ¿Por qué fracasa una política pública? Los cinco factores detonantes de elefantes blancos.
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