En los 20 años que llevo como consultor en políticas públicas, aprendí lo increíble que es dar y recibir. El trabajo que realizo depende de la información que otras personas e instancias pueden brindarme.
Sin información, me sería imposible llevar a cabo evaluaciones de programas públicos. Tampoco podría emitir recomendaciones. Es más, me atrevo a decir que, sin datos y sin el apoyo de otros, el trabajo del evaluador no tendría ningún sentido. Por esto, considero vital el ofrecer ayuda a los demás.
Uno nunca sabe cuándo un favor puede salvarnos la vida. Esta simple idea siempre ha regido mi actuar. Sin embargo, sentí que iba por buen camino hasta que me topé con el libro que te voy a recomendar. Permíteme contarte sobre la obra.
Portada del libro Dar y recibir de Adam Grant
El autor es Adam Grant, un economista estadunidense que se graduó de Harvard. Tiene un doctorado en psicología organizativa. Da clases en la Wharton School of Bussiness, de la Universidad de Pensilvania, en donde es uno de los profesores más jóvenes y prometedores.
Grant es considerado un experto en emprendimiento y crecimiento, tanto personal como interpersonal. Ha escrito más de 60 publicaciones para revistas y organizaciones de renombre y, junto a Sheryl Sandberg, es coautor de los best sellers “Los Originales” y “Opción B”.
Cambiar tu comportamiento con los demás. En específico, te motiva a ayudar a tus colaboradores. No es que seas egoísta, pero hay que reconocer que en el ámbito laboral es donde más cuesta regirse por el principio de dar y recibir, aun cuando esto proporcione fascinantes ventajas.
¿Cuáles son estas ventajas? Son muchas, pero la principal es el éxito individual. Según Adam Grant, autor del libro, la conquista de tus metas depende completamente de cómo te relacionas con tu entorno. Seguro te preguntarás qué significa esto; básicamente, que obtienes tu realización personal y laboral a partir del valor agregado que dejas en los demás. ¿Cómo? Veamos parte del contenido del libro para responder esta pregunta.
Para ilustrar las ventajas de dar y recibir, Grant nos habla de tres tipos de personas: los donantes, los receptores y los equilibrados. Los donantes son personas que dan sin esperar nada a cambio. Por su parte, los receptores solo brindan apoyo cuando reciben más de lo que pueden dar; mientras que los equilibrados actúan bajo esta máxima: el que da, recibe.
Las tres categorías de personas son propensas al éxito, pero cuando un receptor gana, alguien pierde. El donador es exitoso cuando ayuda a otros a conseguir sus objetivos: es feliz porque otros son felices. Sin embargo, el equilibrado gana porque su relación con los demás implica un intercambio de beneficios. De acuerdo con el autor, se debe aspirar a ser este tipo de persona.
Si quieres ser donante, para no fracasar, debes tener esto claro: además de ofrecer tiempo y recursos a otros, también requieres satisfacer tus necesidades. Solo así puedes seguir ofreciendo ayuda. Los donantes tienen costumbres generosas y eso con frecuencia puede llevarlos a ocupar posiciones de poder, ya que se hacen de excelente fama, lo cual demuestra que se puede triunfar anteponiendo el bien colectivo por encima del individual.
Por otra parte, para los donantes, la vulnerabilidad es una cualidad, no un defecto. Por ejemplo, una persona puede tener la disponibilidad de ayudar y al mismo tiempo admitir que no conoce un tema. Esto puede tomarse como un acto de valentía que crea confianza y demuestra integridad.
¿Los donantes siempre tienen la mejor actitud? ¡Por supuesto que no! También pueden agotarse. Una forma poderosa para motivarlos es mostrándoles cómo mejora su apoyo la vida de otros.
La interdependencia es un aspecto clave en una organización. Si bien los receptores la consideran un talón de Aquiles y se muestran a favor de ser independientes; para los donantes es una fortaleza. Es una manera de sacar lo mejor de cada persona a favor del bien colectivo.
Los receptores siempre buscan ganar. No son malas personas, solo que siempre buscan obtener partido de otros. El autor ejemplifica esto con Michael Jordan, quien como jugador peleó por el incremento del ingreso de sus compañeros; pero como empresario se preocupó poco por pagar bien a sus empleados. La actitud de los receptores hace que mucha gente a la larga se aleje de ellos.
Si te identificaste como receptor, ¡tranquilo! ¡He aquí una gran noticia! Grant asegura que no tienes que serlo siempre. Puedes elegir otro estilo de vida, tomar decisiones diferentes. Ejecutar trabajos generosos y en equipo puede ayudarte a dejar atrás tus rasgos de receptor.
Porque en el entorno laboral cuesta mucho ser generoso. El libro contiene una lección muy valiosa para impulsarte a modificar tu actuar y comenzar a ayudar a los demás: dar y recibir trae demasiados beneficios, pero no debes olvidar mantener un equilibrio entre estas dos acciones.
Como consultor, me ha sido muy provechoso tender la mano a mis colaboradores, así como prestar mi tiempo y energía para quien lo solicita. ¡No tienes idea de lo mucho que he sido retribuido a lo largo de los años gracias a ello! Te invito a leereste libro, para aprender cómo la generosidad puede abrirte cientos de puertas.
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